La Estación de Nieblas

Reseña: Utena, la chica revolucionaria

Manga

Reseña: Utena, la chica revolucionaria

Hoy nos metemos de lleno con una serie clásica de los 90 que muchos recordarán por el gran boom que tuvo en nuestro país gracias al anime. Nos referimos a Utena la Chica Revolucionaria de Chiho Saito y el grupo de artistas Be Papas.

Utena inició su andadura en 1996, y se planteó como un proyecto multimedia de demografía shojo que se publicaría al unísono tanto en papel como en formato anime. Aun así, el manga comenzó un poquito antes que la versión animada, y a pesar de ser más breve, acabó bastante después: en 1998, con cinco tomos más un especial, todos ellos incluidos en el integral que Norma acaba de publicar en España. La versión anime por el contrario se pudo disfrutar por completo en 1997, y tuvo 39 episodios, más una película en 1999 que venía a cubrir ese tomo especial del manga que os mencionaba anteriormente.

Si comparamos un poco la extensión de estas dos versiones de Utena, es fácil darse cuenta de que el anime era bastante más extenso, y de hecho siempre se ha considerado la versión más canon de la obra, siendo el manga la hermana menos querida en esta familia crossmedia a ojos de la mayoría de fans.

Ambas historias cuentan con una introducción similar, comparten personajes y acontecimientos clave, pero el anime acaba expandiéndose más allá, con nuevos arcos, personajes adicionales, y además una óptica diferente a la del manga en muchos aspectos, lo que hace de estas dos versiones una visita obligada para cualquier fan, ya que básicamente terminan por ser relatos con personalidad propia. Algo parecido a lo que pudo pasar con la serie original de Evangelion, y su versión manga o, mejor aún, las nuevas películas.

Utena hasta la fecha se ha publicado en dos ocasiones en nuestro país, la primera de ellas en formato tankoubon por Norma Editorial, allá por 2001, siendo una edición similar a la japonesa: es decir, cinco tomos para la historia principal y un especial subtitulado La Adolescencia de Utena.

La segunda edición, que es la que aquí estamos reseñando, es el integral en tapa dura. Una versión de lujo recopilada en dos tomos y presentada en un cofre negro decorado con sus rosas y letras doradas, que además incluye un poster en su interior.

Es una de esas ediciones que llaman a la vista y que resulta espectacular por su tamaño, y por el cuidado diseño. Está hecha con materiales de calidad, perfectamente encuadernada, con sus historias extras incluidas, el volumen especial y además una buena cantidad de ilustraciones a color al comienzo de ambos volúmenes. En cuando a edición, sin duda hay que quitarse el sombrero.

Además, tengo que destacar su precio: 49,50€, mientras que los 6 volúmenes tankoubon originales salían por 8€ cada uno, es decir, un total de 48€.
Si tenemos en cuenta lo que ha cambiado el precio de los comics en todos estos años, y el hecho de que estamos ante una edición de lujo en tapa dura y demás, yo creo que es un precio muy ajustado y más que aceptable.

El concepto de la historia general de Utena fue ideado por la agrupación Be Papas, donde se encontraban un director de anime, un animador, un guionista y la mangaka Chiho Saito, que fue la encargada de dar forma a la versión manga de esta historia gracias a su dibujo. Saito, es una autora de shojo bastante popular que aquí en España ha publicado obras como Kanon o Corona de Flores.

En cuanto al argumento, la historia se centra en Utena, una adolescente huérfana que vive con su tía y que se caracteriza por su carácter provocador y rebelde. Vemos por ejemplo que se niega a ir con el uniforme al instituto, y en lugar de eso va vestida con pantalón de chico y completamente de rosa.

A pesar de ese carácter casi masculino, Utena vive con la mente puesta en el recuerdo de un hombre al que llama “su príncipe”, que fue un misterioso tipo que le salvó la vida siendo ella una niña pero del que no recuerda el rostro. Aun así, desde el principio del manga parece estar completamente enamorada de él y tiene grabada en la memoria la frase que le dijo antes desaparecer: “algún día volveremos a encontrarnos. No permitas que tu nobleza te abandone”.

Como recuerdo, este príncipe le dejó un anillo con el emblema de una rosa, y anualmente le envía una postal con un mensaje. Con la postal de este año, Utena desvela el mensaje final: y es que ambos se encontrarán en la academia Ohtori, un centro bastante exclusivo, al que Utena no duda en inscribirse.

A partir de entonces, Utena descubrirá que este instituto, más concretamente los miembros del Consejo de Estudiantes, esconden todo tipo de secretos. El que primero salta a la vista es que estos alumnos compiten entre ellos, espada en mano, por hacerse con el control de una chica llamada Anthy Hamemiya, conocida también como la novia de la rosa, una estudiante que sirve con total devoción a aquella persona que ostenta la corona de vencedor tras cada duelo.
Además, estos enfrentamientos se llevan a cabo en la arena de los duelos, una especie de jardín secreto al que solo aquellos que llevan el anillo de la rosa pueden acceder, y que para más inri cuenta con un enorme palacio flotando bocabajo en su centro.

Obviamente las preguntas que uno se hace durante las primeras páginas del manga son continuas, y se multiplicarán según la trama va avanzando y se presentan figuras como la de “Dios” o el llamado “Fin del Mundo”.

Como veis, la cosa comienza de forma sencilla y muy asequible. De hecho la parte previa a la entrada en la academia casi parece un mundo aparte, ya que incluso los personajes que se nos presentan en esas primeras páginas (como un pretendiente de Utena, su propia tía y el amante de esta) luego acaban completamente fuera de la trama y olvidados de forma radical.

Pero en cuanto Utena pone un pie en la academia Ohtori, todo cambia y adquiere una ambientación entre victoriana (que recuerda mucho a la rosa de Versalles por ejemplo) y de ensoñación, con situaciones loquísimas e irreales en las que Utena entra al trapo y se va dejando llevar, mientras intenta encontrar respuestas y, por supuesto, a su príncipe, que asume debe ser alguno de los estudiantes.

Todas esta mezcla de rituales entre estudiantes, leyendas de las rosas, personajes isabelinos y demás, son usados por los autores para crear todo tipo de simbologías, que con el paso de las páginas y el desarrollo de la historia empiezan a cobrar más sentido, aunque aún así, quedan ciertos detalles abiertos a interpretación de cada quien.

Aunque en este manga hay muchas ideas entremezcladas, creo que una de las más destacables es la de esa chica revolucionaria que aparece en el título. Que en este caso es Utena, por supuesto. Una estudiante que se niega a someterse a las normas, que pasa olímpicamente de ponerse faldita simplemente por ser mujer, y que incluso no deja de repetir una y otra vez que ella no necesita un príncipe, porque ella es la que va a tomar el rol de príncipe (aunque curiosamente, al mismo tiempo, no deja de buscar a su propio príncipe).

Su relación con Anthy por ejemplo también es muy interesante de ver. En el caso del manga se aleja de esa versión animada donde existía un romance mucho más obvio. Aquí es un tema que se toca de forma más sutil y diferente, lo que le da un cariz distintivo a toda la obra.

Tenemos además ese tomo especial de la adolescencia de Utena, que es una historia con principio y fin, y donde veremos una versión alternativa de la historia de Utena que nos llevará a darle un nuevo sentido a la leído anteriormente.

Como detalle final de la edición integral de Norma, decir que encontramos un par de historias cortas: la primera bastante simpática y cómica, casi anecdótica, y la segunda en cambio muy acorde a la trama central. Hasta el punto de que podría haber sido perfectamente un capítulo oficial del manga, con un personaje que en esta versión en papel apenas se desarrolla.

Pasando al dibujo, comentar que Chiho Saito cuenta con un estilo shojo muy clásico: lleno de personajes estilizados, casi andróginos de enormes ojos, con páginas repletas de brillos y pétalos sobre fondos casi inexistentes. Para mí, que nunca he sido de este tipo de mangas, es cierto que se me hace un poco duro y poco atractivo visualmente, sobre todo cuanto entra a narrar escenas de enfrentamientos (que hay bastantes debido a estos duelos con espada que os contaba antes), donde el dinamismo de la acción es bastante escaso.
Pero obviamente eso aquí no es lo más importante, en Utena se le da más importancia a los momentos de relaciones entre personajes, a los acercamientos entre unos y otros, a las escenas románticas… y lo cierto es que ahí este estilo acaba cuajando muy bien, y toda esa estética shojo bañada por el estilo versallescos le viene que ni pintado.

Al final debo decir que la lectura de Utena me ha resultado muy interesante. Me ha parecido una especie de Evangelion dentro del shojo. Una obra cargada de metáforas y simbolismos, de preguntas que tienen respuestas ocultas (y que nos obligarán a hacer relecturas, visitar la serie de tv o a indagar por la red) y misterios en ocasiones bañados por un toque religioso.
Gracias a los duelos y a la personalidad de Utena, es un manga que puede resultar bastante atractivo para gente que no esté muy metida dentro del shojo. Vamos a encontrar romance, pero este no satura en absoluto, y acaba salpimentándose con muchos otros temas que hacen de la lectura de este manga un viaje variado y muy entretenido, que encima se disfruta en un santiamén gracias a su duración tan contenida.

En definitiva, un clásico que merece ser leído y que hasta un neófito del shojo como yo puede recomendaros sin miedo.

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