La Estación de Nieblas

Blue Lock es un manga spokon, es decir una obra deportiva, centrada en el mundo del fútbol obra de Muneyuki Kaneshiro y Yusuke Nomura. En esta ocasión, y como principal novedad, el mundo del balompié se combina aquí con el concepto del battle royale. En Blue Lock se reúnen a 300 jóvenes delanteros japoneses para encerrarlos en un centro de entrenamiento donde deberán superar distintas pruebas y partidos eliminatorios hasta que tan sólo quede uno de ellos.

El protagonista de la obra es Yoichi, un chico que, al contrario que muchos de sus rivales, no tiene del todo claro cuál es el punto fuerte de su estilo de juego. No destaca por la potencia de tiro, su velocidad o su capacidad de regate, pero en cambio si que empieza a notar un sexto sentido a la hora de analizar todo lo que sucede en el terreno de juego.

Portada del tomo 1 de la edición española

Os recomendamos a todos que antes de adentraros en esta reseña, os detengáis un rato en escuchar nuestro programa de Primeras Impresiones dedicado a este manga. Allí os contamos como aquel tomo 1 ofrecía una gran presentación de personajes y se nos daban algunas pinceladas de lo que estaba por venir, aunque contaba con un problema: que no llegábamos a ver jugar ningún partido.

A día de hoy no sólo hemos visto un buen montón de partidos, si no que también hemos conocido muchos más personajes y disfrutado de alguna que otra prueba diferente.

En este tiempo entre otras cosas, hemos podido aclarar un poco las dudas y conjeturas que teníamos sobre la obra. Ha habido buenos pálpitos que se han confirmado y otras teorías en las que patinamos un poco, y en eso me quiero centrar en esta reseña.

En mi opinión, Blue Lock destaca por 3 aspectos en particular.

  • Primero, por sus personajes y lo bien representados que están. Esto es algo que ya comentamos en el Primeras Impresiones, donde remarcamos la capacidad de Kaneshiro y Nomura para mostrarnos a un elenco bastante amplio de jugadores y que todos ellos se viesen únicos y diferentes, no sólo a nivel de diseño, si no también en su forma de ser y de jugar, un detalle especialmente importante en este manga.

Esto último es algo que hemos ido descubriendo con el paso de los tomos, convirtiéndose en uno de los grandes atractivos de la serie. Es todo un gustazo descubrir cómo cada personaje tiene su propio estilo y sus propias virtudes en el terreno de juego.

Resulta curioso ver la enorme diferencia en este aspecto entre este tomo y el de As the gods will, guionizado por el mismo autor y al que le dimos especial caña precisamente en este aspecto cuando hicimos su Primeras Impresiones.

  • El segundo aspecto que yo destacaría de este manga va ligado precisamente a esas habilidades y forma de jugar de los personajes, y es que es muy divertido ver como combinan entre ellos estas virtudes y como pueden sacarle partido (o no) dependiendo de con quien hagan equipo o de las relaciones que tengan entre ellos.
    Por poneros un ejemplo, tenemos un jugador que es buenísimo disparando desde fuera del área, pero que no cuenta en su equipo con nadie que sepa colocarle el balón en esa zona, con lo que no logra brillar. Pero en la siguiente prueba le toca hacer equipo con un experto colocador con el que empieza a destacar de forma brutal.

En este manga no hay equipos predefinidos, al menos durante demasiado tiempo, y continuamente los jugadores están cambiando de compañeros, por lo que adaptarse a este tipo de situaciones y lograr averiguar cuáles son los puntos fuertes de cada uno para después sacarle partido es siempre la clave. Y esto de cara a la lectura, es todo un goce.

  • Por último, el otro aspecto que destacaría es que, gracias a esta estructura battle royale, alejada de los clásicos campeonatos, ligas y mundiales que vemos en los spokons, podemos ver una amplia variedad de situaciones y combinaciones en muy poco tiempo.

En Blue Lock no hay q esperar a q llegue un mundial para ver al protagonista jugando en el mismo equipo  junto a su mayor rival, ya q esta situación puede darse con facilidad en el siguiente partido cuando se redistribuyan las alineaciones. De hecho el manga se encarga de generar el hype imaginando alineaciones ideales q queramos ver en el futuro, y en muchas ocasiones nos las termina regalando.

Un ejemplo de esto sería una de las pruebas que vemos en la obra, una fase de partidos 3 contra 3, en la que el equipo vencedor debe robar un jugador al perdedor para pasar de fase y jugar un 4 contra 4, mientras que los derrotados deben jugar un 2 vs 2. Esta estructura tan directa y frenética, da lugar a movimientos continuos de jugadores, lo que podría verse perfectamente como un mercado de fichajes express, donde las estrellas de los equipos van cambiando de una escuadra a otra.

Además, el hecho de estar siempre con la presión de poder ser eliminados tras cada partido o prueba, hace que la sensación de cada encuentro sea muy similar a la de presenciar una final.

Además de todo esto, si me gustaría destacar algo en lo que creo que patinamos durante el Primeras Impresiones: y es que allí comentábamos que en esta obra todo apuntaba a que el futbol sería un elemento secundario, y que el gran peso de Blue Lock recaería en el concepto de battle royale y el espectáculo irreal que esto traía consigo. Y lo cierto es que es todo lo contrario. Ya metidos de lleno en la serie y en los partidos, la parte battle royale se olvida y todo se centra en el análisis de las jugadas y tácticas, acrecentado aún más por el hecho de que la habilidad de Yoichi, nuestro protagonista, es su brillante visión de juego.

El manga es ciertamente espectacular a nivel visual, y esto puede engañar un poco y hacernos pensar que estamos ante un comic tipo futbol fantasía, más en la línea de Capitán Tsubasa, cuando no es para nada así. Todos los movimientos que vemos, si bien están enfatizados por “efectos especiales” (como ese resplandor que emiten los ojos de los jugadores) o recogidos a través de encuadres espectaculares que dan una fuerza impresionante a cada jugada, realmente no se salen de lo que podamos hacer en la vida real. El dibujo de Nomura brilla gracias a su intensidad y a su dinamismo, pero no cae en la trampa de avasallarnos con momentos imposibles o jugadas inverosímiles, lo que es un gran punto a favor de la obra.

Sin duda, Blue Lock es un spokon que se ha ganado a pulso la gran fama que tiene. Ha conseguido aportar frescura al género, y no contento con eso, ha trabajado detalles que en otros mangas del género se suele descuidar un poco, como el diseño de personajes. Algo muy meritorio sobre todo teniendo en cuenta enorme cantidad de los mismos que encontramos aquí.

Finalmente hay que mencionar su trepidante ritmo, que lo convierte en una obra donde apenas existen tiempos muertos. Los emocionantes encuentros y la agilidad en la narrativa hace que cada tomo, literalmente, se beba.

En definitiva, y como habréis podido intuir, Blue Lock entra en la categoría de mangas más que recomendados. Un imprescindible para los fans de los cómics deportivos.

ESTA RESEÑA PODÉIS ESCUCHARLA TAMBIÉN EN NUESTRO PODCAST 3×01:

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