En esta reseña nos calzamos la armadura, enfundamos la espada y nos subimos a lomos de nuestro caballo para viajar a una de las historias clásicas más recordadas y épicas del universo Disney. Hablamos de La Espada de Hielo, una auténtica odisea aventurera dividida en diferentes partes, protagonizada por dos de los personajes más icónicos de la casa y que en España tenemos gracias a Panini recopilada en un tomo integral en tapa dura espectacular, de edición limitada.

Antes de entrar de lleno en la historia, quiero poneros un poco en situación y contaros que esta historia nos llega desde las páginas originales de la revista italiana Topolino, toda un aleyenda dentro del cómic europeo que lleva más de 70 años publicándose en los quioscos italianos, concretamente de 1949, y que acumula ya más de 3500 números (además, de recopilatorios, especiales y demás).
Esta revista, dirigida principalmente a un público infantil, es la encargada de traer historietas de creación italiana con todos los personajes clásicos de Disney como protagonistas (Mickey, Donald, Goofy, Minnie, etc…). Y entre el sinfín de aventuras que nos ha ido contando a lo largo de su historia, podemos destacar por ejemplo, que fue la cuna del gran Patomás, esa versión superheroica del Pato Donald, además de muchos otros relatos que ahora Panini está recopilándonos en esta misma colección.
En España tuvimos su equivalente en la mítica Don Miki, una colección donde veíamos recopiladas estas mismas historias made in italy, y que llegó a tener 664 números gracias a su publicación semanal. Ahí fue donde prácticamente todos los de nuestra quinta conocimos estos cómics.

Sobre la edición de La Espada de Hielo y otras en la misma línea que nos están llegando como La Dinastía de los Patos o La Saga de Maese Pato, comentaros que, aunque el material sigue teniendo un enfoque claramente infantil, aquí se ofrece como un producto para coleccionistas y nostálgicos de pura cepa. No en vano la mayoría de volúmenes tienen un precio que oscila entre los 35 y los 50 €, viniendo presentados con encuadernación de lujo, en tapa dura, con artículos introductorios para situarnos y una espectacular calidad de impresión.
Desde luego si tenías pensado comprarle uno de estos tomos a tu sobrinito para introducirlo en el mundo de los personajes Disney, mi recomendación es que no lo hagas y vayas antes a por cualquier volumen en tapa blanda que la propia Panini viene publicando regularmente.
Esta colección está hecha para leer con cuidado y atesorar en la estantería más que para macharla con dedos pringados de Nocilla.
Deciros que al igual que podría pasar con el universo de la Tierra Media, aquí encontramos distintas historias todas ambientadas en las tierras de Argaar, la principal en forma de trilogía y posteriormente otras que la complementarán. El cómic original está dibujado y guionizado por el mítico Massimo De Vita, un autor clásico de la Topolino, que desarrolló esta aventura en 3 capítulos durante el año 1982. Posteriormente la historia de la Espada de Hielo se completaría con otras 2 historias llamadas: El Torneo de Argaar (1983) y El Retorno del Principe (1984) de las Nieblas. Todas ellas conformando la trilogía clásica.
Luego en 1992 se publicaría la historia de La bella durmiente del cosmos y finalmente en 2022 llegaría La Leyenda de la espada de Hielo, último cómic hasta la fecha dentro de este universo.
Todos ellos están recopilados por orden cronológico en este volumen.

Y ahora si nos metemos con la historia de la espada de cristal, que en todas sus historias comienza de la misma forma: Con Mickey y Goofy preparando la cena de Nochebuena en su casa de Ratónpolis. Y es que hay que decir que esta historia tiene siempre un leve trasfondo navideño puesto que la acción comienza y termina con estos personajes (además de Minnie, Pluto y compañía) adornando el árbol, preparando los regalos, la cena… aunque rápidamente son transportados al mundo de Argaar, donde ahí si empezarán sus aventuras épicas y medievales.
En la primera historia Goofy y Mickey son sorprendidos por un personaje que aparece a las puertas de su casa y que viaja cruzando dimensiones subido en un vector dimensional (que básicamente es una bandeja dorada). Este tipo les cuenta que ha llegado a ellos por error cuando estaba intentando localizar al mítico héroe Alf, quien ya logró salvar a su país años atrás del malvado Príncipe de las Nieblas. Pero desgraciadamente no consigue dar con él y a quienes lleva a Argaar en su lugar es a Goofy, quien se hará pasar por el primo de Alf (ya que este estaba demasiado liado con temas de semidioses) y a Mickey, que hará las veces de su escudero.
Una vez allí, se les encomendará la misión de encontrar la espada de hielo en las lejanas tierras de los gigantes, la única arma con la que podrán derrotar al príncipe de las sombras.

A partir de aquí comenzará el largo viaje de Goofy y Mickey que les llevara por supuesto a enfrentarse a las hordas del principie de las sombras, a conocer aliados y a vivir todo tipo de aventuras con dragones, caballeros y magos de por medio.
El tono de las historias es siempre el mismo: ligero, con mucho humor y cero dramatismos. De casi todos los entuertos en los que se meten, acaban saliendo bien parados gracias a algún giro cómico o alguna patochada ideada por Goofy (que aquí es el verdadero protagonista de la historia). Y esto es lo que hace que este cómic sea tan entretenido de leer.
Pero es que además el ritmo es el propio de estas historias: frenético. Cada pocas páginas estaremos cambiando de localización, pasaremos de persecuciones a asaltos de castillos, de estar esquivando cocodrilos en un río a escalar montañas nevadas, todo ello regado con esas cajas de texto tan clásicas que intentaban darle más emoción al relato del estilo: “¿Creéis que podrán salir de esta? Pasad la página si os atrevéis y lo comprobaremos”.
La trilogía continúa con una aventura algo menor en cuanto a épica, donde Goofy se verá obligado a participar en un torneo, pero que tiene momentos también muy divertidos y un final sorprendente.
Y cierra con un relato que vuelve a subir el nivel donde retomamos el estilo de la primera historia en una aventura llena de encontronazos donde también reaparece el villano principal de La Espada de Hielo.
Pasada la trilogía principal del tomo, nos encontraremos con una historia más breve (unas 60 páginas) titulada La Bella Durmiente del Cosmos, en la que, tras el pertinente viaje dimensional hasta Argaar, volveremos a tener aventuras medievales pero aquí sazonadas con un curioso toque de ciencia ficción.
Y cierra el volumen La Leyenda de la Espada de Hielo, publicada hace nada, en el 2022, y que viene a ser esa actualización contemporánea de un material clásico tan de moda hoy día, a lo Star Wars por poneros un ejemplo. Cuenta obviamente con un estilo visual mucho más impactante, en el que destaca un coloreado muy cuidado que hace de cada página todo un despliegue visual. Eso sí, argumentalmente sigue apegada al planteamiento al que ya estamos acostumbrados, con un nuevo viaje por Argaar para Goofy y compañía, visitando zonas desconocidas hasta la fecha y encontrándose tanto con viejos conocidos como con nuevos personajes. Para mí un cierre notable.

El dibujo de todo el volumen me parece genial, con la línea de Massimo De Vita destacando gracias a sus diseños redondeados y agradables de ver. Mantiene al 100% la esencia Disney en todo momento, y durante la lectura casi podrás ver a los personajes en movimiento gracias al dinamismo del dibujo.
Lo que sí ha quedado un poco desfasado es el coloreado de todas las historias previas a la de 2022, que sin ser malo, sí que es el propio de la época: Por momentos muy simplón (con fondos a un solo color, sin ningún tipo de luces o sombras) y por momentos totalmente psicodélicos (con personajes vistiendo looks tan particularmente combinados como: capas verdes, camisetas rojas, pantalones azules y zapatos amarillos).
Eso sí, cuando llegamos a esa última historia, como os comentaba unas líneas atrás, uno alucina viendo por fin ese mundo de Dargaar en todo su esplendor gracias al cuidado coloreado de la Topolino actual, y a un dibujo que, de nuevo, vuelve a ser espectacular.

En definitiva, para mí esta Espada de Hielo es una lectura maravillosa enfocada a niños que se quieran acercar por primera vez a la fantasía heroica clásica. Aquí van a encontrar todo lo que muchos hemos disfrutado en obras como El Señor de los Anillos, Dragonlance o la obra de Moorcock, trasladado a un lenguaje y un estilo creado a medida para los más pequeños.
Los que en su día descubrieran este género con La Espada de Hielo y ahora anden ya en la cuarentena, sin duda van a alucinar con este baño de nostalgia, mientras que aquellos como yo que no pudimos leerla en su momento, reconoceremos el sello Don Miki marca de la casa que vimos en muchas otras historias y lo disfrutaremos también muchísimo.
Yo creo que es un producto que tiene un público bastante amplio: Lectores nostálgicos de esta saga o de la colección Don Miki, fans de las historias Disney o padres que quieran leerle a sus hijos una historia de aventuras accesible y divertida (ojo que he dicho “leerles”, nada de dárselo para que lo lean ellos)…
Obviamente si no entras en ninguno de estos grupos, dudo que este cómic sea para ti, más aún si eres un lector adulto que se adentra por primera vez en el mundo Topolino. En ese caso lógicamente no eres su público objetivo.

El gran escollo que tiene es su precio, en este caso 50 €. Un auténtico dolor que se justifica por la soberbia edición, la gran cantidad de páginas, el ser una edición limitada a 1500 unidades y el maldito sello Disney que parece encarecer todo lo que toca. Desde luego no invita a que alguien lo pille por curiosidad, y como os decía antes es un producto destinado más a nostálgicos que al público general. Así que ya decidís vosotros dependiendo de si pertenecéis al grupo de aventureros clásicos con ganas de viajar al pasado, o si sois jovenzuelos a quienes Mickey y Goofy os parecen ya momias de la animación y el cómic.