La Estación de Nieblas

Reseña: Siete Hijos

Por fin podemos disfrutar, tras una espera de catorce años desde su último trabajo de autor, de la nueva obra del dibujante Jae Lee, Siete Hijos, un frenético thriller distópico que trata el tema de la Segunda Venida, con unos tintes apocalípticos que pululan de fondo y que tan bien sientan en estas fechas.

No podréis negar la calidad de Jae Lee como portadista. ¡Una pasada!

Como viene siendo costumbre con Moztros, nos tienen muy bien acostumbrados a estas ediciones en formato cartoné, con unos acabados exteriores magníficos, donde contamos con detalles en brillo. En esta ocasión, se han decantado por un lomo monocromático, algo que ha cambiado respecto a otras de sus colecciones donde incluyen el sello de la editorial dentro de una franja blanca. En mi opinión, esto le sienta genial a este tipo de tomos autoconclusivos y añade ese toque de homogeneidad que tanto buscamos los que, como yo, sufrimos de ‘toc comiquil’.

En cuanto al contenido, el tomo va directo al grano – con tan sólo una galería de portadas con el arte de Jae Lee que son estupendas -, incluyendo los siete números originalmente publicados por Image.. La historia está guionizada por Robert Windom – de quien en España sólo hemos tenido la oportunidad de disfrutar de este trabajo, aunque esperemos que Moztros nos traiga también esas nuevas historias de The Rocketeer que se están publicando en la actualidad en EEUU y donde participa – y Kelvin Mao – colaborador habitual de Windom – e ilustrada por el artistazo Jae Lee. Y éste, queridos surferos, es quien se roba el protagonismo, steals the thunder, se lleva el gato al agua, o como lo queráis decir. Su trabajo aquí alcanza unas cotas de calidad bestiales que hace que el trabajo de los otros dos miembros del equipo quede como algo anecdótico.

La historia es, cuanto menos, curiosa. Ya hemos leído varias obras en las que se coquetea con la segunda llegada del mesías. No es un concepto nuevo y en el mundo del cómic lo conocemos bastante bien por obras como American Jesus de Mark Millar, pero aquí encontramos un girito de tuerca. ¿Qué pasaría si en lugar de contar con un nuevo hijo de Dios, estos fueran 7?

Se dice que uno de los siete será el nuevo Mesías

Ya fijo que tengo vuestra atención, así que os doy algo más de trasfondo. Nos encontramos en una realidad paralela, a finales de los años 90s en la ciudad anteriormente conocida como Las Vegas y que hoy en día se conoce como Nueva Canaan, donde se espera conocer la revelación del Segundo Mesías. Hace veinte años, siete niños nacieron de siete madres vírgenes en siete partes distintas del globo, lo cual fue profetizado por Nicolaus Balaak, quien ahora actúa de padre de los siete y los guía hasta la revelación final.

De plató en plató, sus vidas han sido televisadas desde su nacimiento

No obstante, a lo largo de los años, un grupo terrorista islámico ha ido asesinando uno a uno a los distintos hermanos, quedando sólo tres de ellos. Con sus vidas planeadas y televisadas, Nicolaus ejerce un dominio total sobre su día a día, arrastrándolos de plató en plató para que sean entrevistados, realicen milagros frente a la cámara y hagan de estandarte de la nueva religión que se ha impuesto en el planeta desde el descubrimiento de los siete.

Nuestro protagonista, Delph, el más inocentón de ellos, un día se escapa junto a uno de sus hermanos supervivientes que tiende a escaparse del estricto control al que viven sometidos para irse de parranda. Es éste quien anima a Delph, quien de primeras accede a regañadientes, a conocer el mundo exterior, y es entonces cuando varias dudas le asaltarán. ¿Quién es? ¿Cuál es el verdadero propósito de su existencia? ¿y por qué su padre adoptivo domina su vida y decisiones con mano de hierro?

La primera salida de Delph al mundo real

Esto nos llevará a una historia llena de dudas, bastantes dosis de acción – para lo que en un principio cabría esperar en un cómic de esta temática – y de lucha por la supervivencia donde nada es lo que parece y donde los buenos no son tan buenos. El resultado es un ritmo narrativo interesante que nos mantendrá en vilo hasta el “final”, que no presenta una idea novedosa pero que le ofrece un cierre digno, a la vez que abierto. Ya sabéis como va esto, vaya a ser que la idea funcione de maravilla y luego quieran exprimir la gallina de los huevos de oro.

Eso sí, cabe mencionar lo controvertido que puede ser el uso que los guionistas hacen de los extremistas islámicos y como pretenden arrojar luces y sombras también sobre sus pretensiones y motivaciones. Algo que puede llegar a chocar e incluso escamar a más de un lector, y más en los tiempos que corren. No obstante, no llega a emborronar una trama que conduce irremediablemente a la gran revelación que se nos va anunciando desde el principio, pero que eso sí, no llega a aportar todo el peso que quizá se hubiera deseado a esa lucha entre justos y pecadores. Es lo difícil en este tipo de trabajos autoconclusivos, debido a su reducida duración, hay que contar con las ideas justas y lo suficientemente desarrolladas para no acabar dejando cabos sueltos o que puedan provocar la sensación en el lector de un trabajo no muy pulido.

La huida de Delph dará lugar a bastantes escenas de acción

Al respecto del artista, Jae Lee, hay que decir que es sin duda un dibujante singular y fácilmente reconocible por su característico dibujo. Empezando con ni tan siquiera 20 años en trabajos para Marvel y alcanzando reconocimiento mundial desde su trabajo en la cabecera de Namor, Lee es de esos dibujantes que dejan huella. Como podéis estar viendo, no sólo es un portadista excelente si no que sus paneles llaman la atención por sus líneas delicadas y sus figuras esbeltas, pero que además no deja que su calidad decaiga en las escenas de acción.

Hemos sido testigos de su evolución a lo largo de los años y el artista resultante después de todos estos trabajos es uno que brilla con luz propia y que seguro será un máximo referente de las próximas generaciones de dibujantes que van surgiendo. Al igual que pasa con Peach Momoko, quien arroja un estilo muy personal a sus obras bajo el sello de grandes casas como Marvel, y que luego hace sus pinitos por su cuenta, da gusto ver como Jae Lee hace lo propio, manteniendo siempre esa calidad y estilo que tanto lo representan.

En definitiva, Los Siete Hijos es un título autoconclusivo bastante decente, que se deja leer fácilmente, que deja un final no tan cerrado pero que gustará a los lectores que busquen un cómic moderno de corte apocalíptico, con la mezcla justa entre solemnidad y dosis de acción y con un arte sublime.

PODÉIS VER LA VIDEORESEÑA DE SIETE HIJOS AQUÍ

About Brian

Brian

Estacionero amante de la ciencia ficción y la fantasía, conocido especialmente por recomendar obras que ni si quiera ha leído. Acierta 3 de cada 7 veces.
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