La Estación de Nieblas

Manga

Reseña: Vagabond

Hoy en día es difícil hablar de manga sin mencionar el nombre de Takehiko Inoue. Reconocido por su exquisita técnica a la plumilla y a los pinceles y creador de uno de los spokons más célebres de todos los tiempos, el ambicioso mangaka decidió narrar la historia de uno de los personajes más famosos de la historia del país del sol naciente, Musashi Miyamoto. A pesar de su interminable hiatus y el aparentemente inalcanzable final, Vagabond se yergue orgullosa como una de las mejores obras del manga.

La edición

Gracias a la editorial Ivrea podemos disfrutar en nuestro país de las aventuras de Miyamoto. A priori un tankobon normal y corriente, esta nueva edición – la primera fue traída allá por 2006 – ofrece una serie de maravillas ocultas que harán las delicias de los lectores que decidan adentrarse en esta aventura.

Por un lado, cada tomo ofrecerá varias páginas a color en cada tomo, y lo hará no sólo en las primeras páginas de cada uno de los 37 que componen – de momento – la colección, si no que a veces encontraremos las primeras páginas de varios de los capítulos incluyen estas maravillas a color. Y recalco maravillas porque están trazadas con pincel – Inoue es uno de los pocos mangakas en usar, entre otras, esta herramienta en sus mangas. Por último, cabe destacar que estas páginas se encuentran en los tomos españoles, no así en los japoneses, ya que se recuperaron de las publicaciones semanales en un esfuerzo conjunto por parte de Ivrea y el autor.

Por otro lado, al final de la mayoría de los tomos encontraremos las interesantísimas “aclas”, esto es, aclaraciones que nos ofrece la editorial sobre distintos aspectos culturales, históricos, personajes y tradiciones que ayudan a que el lector profundice mucho más en la obra, aprovechando así cada detalle que de otra manera sería tan fácil pasar por alto. Para el lector impaciente, sin embargo, estas páginas pueden ser obviadas, pero perderá multitud de matices que enriquecerán sin duda esta ya de por sí obra maestra.

El camino de la espada

Adaptación de la novela biográfica Miyamoto Musashi (1935) de Eiji Yoshikawa, la historia de Vagabond nos sitúa a finales del siglo XVI en la aldea de Miyamoto, donde conoceremos al joven Takeno Shinmen, un joven de apenas 17 años que vuelve con su amigo de la infancia Matahachi, del campo de batalla. Buscando la gloria, volvieron con las manos vacías, y algo en el corazón del joven Takezo, le urge a volverse más fuerte.

Queriendo alejarse de la aldea que lo ve como un monstruo, un demonio, Takezo decide seguir su propio camino de la espada, con la montaña como maestro y el sendero como forma de vida. Abandonando a Matahachi y a Otsu, figura femenina y quizá la única persona realmente cercana a Takezo, el ronin se verá inmerso en distintos enfrentamientos en pos de buscar la grandeza y convertirse en el más fuerte. De dojo en dojo, victoria tras victoria, sus pasos le llevan a recorrer gran parte del país a la vez que conoce a toda suerte de personajes, no sólo enemigos, sino también apoyos que harán replantearse su vorágine de violencia y asesinatos y lo que realmente significa “vivir por la espada”. Takezo deja atrás su vida para forjarse un destino bajo un nuevo nombre, Musashi Miyamoto.

Este es uno de los puntos fuertes del guión precisamente. Rara vez se topa uno con un manga donde un desarrollo de personajes con un elenco tan amplio sea de tanta calidad y a la vez tenga un significado para el avance de la trama. Para Inoue, son los personajes los que realmente desarrollan y dan vida a su historia, la cual toma consciencia propia y el se subyuga cual mero transmisor de estos entes con vida. Y se nota. Cada uno de los personajes secundarios de Vagabond brillan con su luz u oscuridad propia, e Inoue logra que el lector simpatice con ellos, los odien, celebren sus hazañas o lloren sus muertes.

Estos personajes, la basta mayoría basados en figuras reales, son bastante fieles a los de la novela de Yoshikawa, pero Inoue se toma sus licencias, aplicando ligeros cambios para beneficiar el flujo de su historia. Por ofrecer un ejemplo rápido, el mangaka decide privar del sentido del habla y del oído al mayor rival de Musashi, el talentoso Kojiro Sasaki – este nombre os habrá sonado a los que estéis leyendo Shuumatsu no Valkirie – , no sólo para mostrar al lector cuan hábil era Kojiro, sino con fines narrativos, ya que Kojiro se convertirá un espejo que le servirá a nuestro protagonista reflejado y que le hará ahondar más en el manejo de la katana.

A pesar de que se le ha tachado de historia costumbrista en ciertos momentos – sobre todo en el último arco publicado – lo cierto es que Vagabond no es una lectura anodina en ningún momento. Es una lectura que no ha de tomarse como ligera, eso sí, ya que no se centra en una concatenación de enfrentamientos y batallas, puesto que pretende desarrollar un personaje que va en la búsqueda de lo que significa para él estar vivo, viendo como se hunde en la oscuridad más absoluta para luego emerger.

No obstante, Inoue no flaquea en ningún momento a la hora de mostrar acción y vísceras. Su conocimiento sobre la anatomía humana, su estudio sobre las distintas artes de la espada y su depurada técnica como dibujante nos ofrece momentos que son dignos del cine del maestro Kurosawa. Y si queréis saber a lo que me refiero, os remito al enfrentamiento entre Musashi y los 70 discipulos del dojo Yoshioka en pleno campo abierto. Una batalla que ocupa la friolera de dos tomos – números 26 y 27 – y que regala escenas dignas de estar en las paredes de un museo. Una maravilla.

El arte de Inoue

Habiendo hablado del enfrentamiento contra los yoshiokas, es el momento perfecto para hablar del trazo de Takehiko Inoue. Es difícil encontrar en el mundo frenético de la publicación semanal de manga a un artista tan obstinado y perfeccionista como Inoue. Contando con una estructura creativa muy fijada que pasa por tres etapas (el “name” – diseño básico de las viñetas donde decide lo que va a hacer en cada panel -, los bocetos y el dibujo final) el mangaka no corrige sus dibujos. Habéis leído bien. Ya sea usando pincel o plumilla, Inoue no corrije sus dibujos y da lo mejor de sí en cada trazada, pudiendo pasar días o semanas inmerso en la mueca de Musashi o cualquiera del resto de personajes de su obra. Si el ronin tiene su camino bien marcado, Inoue no iba a ser menos y vive según “el camino del pincel”.

Es de admirar en cada página el nivel de detalle y perfección de personajes – los cuales siempre dibuja él mismo – y de los fondos – con los que recibe ayuda de sus asistentes, así como del uso de las sombras desde las cuales dibuja las luces. Cada uno de estos detalles brindan vida propia a las viñetas, abriendo una ventana al japón feudal para los lectores. Un realismo que plasma a través de cada capítulo y que acompañan de manera sublime a su ficción histórica.

Esta calidad se mantendrá hasta el tomo 33, donde vamos a notar una caída en el nivel de detalle – no la técnica – del dibujo. Y es que tras más de quince años a un nivel inhumano, tanto los plazos de entrega como su autoexigencia acabaron pasando factura al mangaka. Quizá esta fuera una señal de lo que vendría poco después y que nos adentró en un hiatus a todos los seguidores de la historia que dura ya más de 7 años.

El legado de Vagabond

A pesar de los contratiempos y de la incertidumbre sobre su final, Vagabond tiene más que merecido el puesto en la estantería de todo aquel lector de manga que se precie. Ya sea por el dibujo, la temática, el guión o los personajes, la historia de Inoue es un poema visual que rompe esquemas y marca un antes y un después no sólo en el seinen y en el mundo del manga, más bien en el universo del noveno arte en general.

Inoue se embarcó hace más de veinte años a lomos de una de las figuras más conocidas de la historia de Japón, Musashi Miyamoto, en una odisea que aún a día de hoy sigue navegando, perdida en un mar sin horizonte buscando un puerto en el que atracar una nave llena de tesoros e historias. Deseamos con todas nuestras fuerzas que un día consiga superar el bloqueo y problemas de salud y que así complete su obra.

ESTA RESEÑA PODÉIS ESCUCHARLA TAMBIÉN EN NUESTRO PODCAST 2×16:

About Brian

Brian

Estacionero amante de la ciencia ficción y la fantasía, conocido especialmente por recomendar obras que ni si quiera ha leído. Acierta 3 de cada 7 veces.
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