Por fin tenemos entre manos Moon Eaters, el proyecto de crowfunding que Víctor Santos sacó en la plataforma de Spaceman Project hace algo más de un año y al que muchos lectores del historietista valenciano le teníamos muchas ganas ya. Como extras para todos los mecenas vino con una lámina a color firmada por Santos y un libreto con el storyboard del cómic. Además, este crowdfunding cuenta con la peculiaridad de que ha sido publicado tanto en español como en inglés simultáneamente.

Por si hay algún despistado en la sala recordamos que Víctor Santos es el autor de cómics como Against Hope, Los reyes elfos —ambos cómics ya los reseñamos en anteriores episodios de este podcast—, Kurosawa. El samurái caído, Bad Girls o la tetralogía Polar. También vale la pena recordar que Santos publica obras de forma regular y prolífica indistintamente tanto en España como en Estados Unidos, siendo habitual que sus obras sean publicadas aquí por Norma Editorial y al otro lado del Atlántico por la editorial estadounidense Dark Horse.
Moon Eaters es un cómic publicada por Spaceman Project en un tomo único de tapa dura con 192 páginas y con una portada, desde mi humilde punto de vista, muy atractiva y que nos va a adelantar bastantes elementos de esta historia.

Moon Eaters nos cuenta la historia de Tommy Blackfoot que nada más salir de la cárcel va a por su Chevrolet Impala —¿será un guiño a Vincent Vega de Pulp Fiction?— y se dirige al Motel Elmore donde ha quedado con June, una chica con la que se ha carteado mientras estaba en la cárcel. Una vez en el motel dan rienda suelta a su pasión pero no todo será color de rosas ya que alguien tiene cuentas pendientes con Tommy: Los hijos de Hati, su antigua banda/secta liderada por Charles, un psicópata le ha localizado y seguido hasta allí para vengarse de él. Por lo que tanto Tommy como June van a tener que parapetarse en su habitación y luchar como gatos panza arriba para sobrevivir a las constantes embestidas de sus enemigos.
En esta obra Víctor Santos rinde homenaje a sus pasiones tanto cinéfilas como comiqueras y da rienda suelta a su imaginación para parir una obra que mezcla géneros como el noir, el terror cósmico lovecraftiano o el cine de serie B. Por poner dos ejemplos evidentes el nombre del motel es un guiño al escritor de novela negra Elmore Leonard y también encontramos un homenaje a Asalto a la comisaría del distrito 13 de John Carpenter —que a su vez es un homenaje a Río Bravo de Howard Hawks—. Pero no paran aquí, y para que nos hagamos una idea, también podemos encontrar referencias al historietista Howard Chaykin, al mangaka Goseki Kojima o a maestros del terror como los escritores H. P. Lovecraft y Stephen King.

En cuanto al contenido de la obra vamos a encontrar, como hemos ya apuntado antes, muchos de los códigos típicos del noir, del terror cósmico y del cine de serie B. Pero además de esta mezcla de géneros que gustan tanto a Víctos Santos, también hallaremos algún guiño a la cultura vikinga e incluso a la cultura japonesa, incluso sexo y un montón de acción y violencia que rayará el slasher. En cuanto a los personajes algunos pueden parecer arquetípicos pero unos sorprenden por su diseño —de estos últimos hay unos cuantos— y otros porque no son lo que parecen en esta historia. Santos hace uso de la analepsis para contarnos la historia de algunos personajes que nos darán las claves para saber quienes son y qué hacen allí y que nos
El dibujo de Víctor Santos sigue su estilo cartoon pero en un sobrio pero elegante blanco y negro que emula el cine de Serie B y el noir más clásico. Como en otras ocasiones, el uso casi expresionista de las sombras que le va muy bien a este blanco y negro que susa Santos para enfatirzar, así como la composición de las viñetas y como aprovecha el gore de algunas escenas y los desnudos —tanto masculinos como femeninos— para dotar de más fuerza a algunas situaciones. Curiosamente, una de las cosas que más me ha llamado la atención del dibujo de este tebeo, y soy consciente de que es algo totalmente secundario, son los coches, desde el Chevrolet Impala de Charles Blackfoot al Mustang 68 «igualito al de la película Bullit», que, desde mi punto de vista, le otorga a la historia más aire noir, si cabe.

Aunque Moon Eaters pueda parecer, y de hecho es, un cómic de género también creo que es una historieta muy personal de Víctor Santos ya que convergen aquí muchas de sus obsesiones como autor y sus gustos como lector y espectador, ya que muchas de los elementos que se recogen en este cómic la hemos visto de forma recurrente en obras anteriores de Santos. Para mí, por todo esto que he mencionado, es una de sus mejores trabajos, su historia bien hilvanada y trufada de sexo, violencia, noir y terror hace que se uno de esos cómics que puedes leer una y otra vez y le vas a seguir sacando jugo Un buen cómic para introducirse en la obra de Víctor Santos pues encontraremos una buena muestra de su estilo, además de uno de sus mejores trabajos hasta la fecha.
Espero que también sea el primero de muchos más crowdfundings y que nos traiga nuevas historias sin tener que pasar por el visto bueno de las editoriales ni la tiranía del mercado. Ya que Víctor Santos es uno de nuestros autores más interesantes del panorama nacional (e internacional) y siempre es una gozada poder apoyar proyectos más personales de nuestros historietistas favoritos.
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